Vacúnate contra la tristeza de la cuarentena

Escuché que google está revisando sus algoritmos, porque la mayor búsqueda está siendo, Que hago si estoy triste. Y el tema de hoy no es google, es que yo me incluyo dentro de las personas que se sienten tristes. No es una tristeza permanente, pero es este estado de ánimo donde siento como que el mundo no me hace sentido, o a veces pienso, para que hago algo, o me quiero quedar en la cama todo el día.

¿Tú cómo estás? ¿Estás sintiendo tristeza de alguna forma?, ¡pero si ya viene Navidad, la época más feliz del año!

¿Qué podemos hacer?

Lo primero, es transitar por la emoción. Hay muchas razones por las que estar tristes, en mi caso particular, que soy súper preocupona y controladora, pues empezando por la pérdida de la normalidad, de las rutinas, la gente cercana y lejana que se ha enfermado, las pérdidas de trabajo, de las que yo estoy directamente afectada en casa, depresión, también un tema con el que he tenido que lidiar en casa y en general, siento un ambiente como de pesadez, como que la energía no ayuda. Entonces, primero hay que identificar que nos hace sentir tristeza.

Después hay que pensar, cuales de esas cosas podemos cambiar o controlar. Si yo no puedo cambiar el tema de la pandemia, porque no depende de mi que saquen y distribuyan la vacuna, ¿qué si puedo hacer? ¿Qué me puede dar más paz, tranquilidad, que puedo hacer para adaptarme a la situación a lo que es, a la realidad, para seguir adelante?

Para mi la respuesta fue, establecer metas. Dejar de ver hacia afuera lo que hacen o no hacen otros, dejar de pensar en lo que quisiera que fuera diferente y ocuparme de mi.

En estos meses he aprendido más y hecho más por mi negocio que en los tres años anteriores.

Y todo ha tenido que ver con organizarme y hacer lo que necesito partiendo de metas específicas.

¿Y qué es una meta? Es una idea que surge de un sueño, anhelo, visión. Cuando lo anterior tiene características específicas se convierte en una meta que es como bajar el sueño a la tierra y convertirlo en algo realizable, accionable, factible.

Para que una meta pueda alcanzarse, tiene que ser:

Especifica, medible, accionable, realista y tener un marco de tiempo específico.

Las metas me han motivado a pararme de la cama, a seguir adelante, a poner mi cabeza en algo más que lo que está pasando a mi alrededor y a sentir que estoy haciendo algo por mi, por mi familia y por mi comunidad.

No te voy a inventar que no hay días que sigo queriendo quedarme en la cama, que me sigo sintiendo triste, pesada, ansiosa, intranquila, pero mi teléfono me recuerda con la notificación del calendario, que hoy tengo algo más que hacer, que tengo un compromiso con mis metas, con mis sueños y eso me da una razón, un propósito para seguir y rediseñar mi vida en esta nueva normalidad,

Las palabras claves son resiliencia y adaptabilidad.

Escucha a tus emociones y las necesidades no atendidas que las están generando y entonces establece tus metas para sentirte diferente.

¿Como te estás sintiendo, de donde surge la emoción, cómo quisieras sentirte, qué necesitas hacer para cambiar la emoción que no te gusta?