Responsabilidad y comunicación

El no hacernos responsables, nos afecta negativamente en muchos temas, la comunicación es de los más importantes, porque nos comunicamos para todo. En el trabajo, en casa con nuestra pareja e hijos, con los amigos, etc.

Lo resumiría en esta frase “Yo soy responsable de lo que digo y tu de lo que entiendas”.

El chiste esta en realmente tomar responsabilidad por la forma en la que nos expresamos. La frase nos podría parecer sarcástica o chistosa, pero no se trata de decirla en el sentido de “hazle como puedas”, si no me entendiste es tu problema. Lo ideal es que tengas muy en cuenta qué de lo que estás queriendo comunicar es tuyo y lo asumas y comuniques como tal, en vez de echarle la culpa a otros o a factores externos.

¿Cómo puedes identificar si te estas haciendo responsable?

Estos son algunos ejemplos de frases que reflejan nuestra falta de responsabilidad:

1. Recogí la casa porque “tenía” que hacerlo.

Una fuerza “omnipotente” externa a nos otros, nos obligó a hacer lo que hicimos.

2. Fumo mota porque soy un drogadicto.

Cuando nos asumimos como nuestra etiqueta, nos compramos el “yo soy”, vivimos en el pasado apegados a nuestra condición o antecedentes personales.

3. Le grité a mi hijo porque reprobó el examen.

Recuerda que los demás pueden ser estímulos a nuestras emociones o acciones pero nunca la causa ni los responsables de las mismas.

4. Suspendí a mi alumno porque me dijo la directora.

Cuando hacemos lo que nos dice la autoridad aún cuando no estemos de acuerdo o tengamos otras opciones.

5. Me pasé el alto porque todos se lo pasaron y me estaban presionando para que lo hiciera.

Cuando alguien te presiona a hacer algo, la decisión / responsabilidad siempre es tuya.

6. Me choca hacer la comida pero la hago porque soy la mujer de la casa.

Cuando haces cosas porque así se acostumbra, por género o edad, no estas haciéndote responsable de la acción, lo haces porque es lo que se espera de ti

7. Me ganó el antojo y me comí un pastel.

Cuando te dominan tus impulsos y en vez de hacerte consciente de lo que realmente es bueno para ti o lo que quieres o necesitas, te dejas llevar por la urgencia. Me dominó mi urgencia de comerme el dulce.

Lo más importante para hacerte responsable, es la consciencia de que tu eres quien decide. Entonces podrás cambiar tu lenguaje de uno que denote falta de decisión / responsabilidad de tu parte, por uno que reconozca la decisión y asuma la responsabilidad y por lo tanto el control sobre tus acciones.

Recuerda que palabras como “debo” o “tengo que” nos quitan responsabilidad y control, cámbialas por elijo. Recupera el control de tu vida, acciones y palabras, tu siempre puedes elegir.

Cómo sería si en lugar de decir “Me pasé el alto porque los demás lo hacen” tu dijeras: “Me pasé el alto porque si no iba a llegar tarde al trabajo e iba a perder mi bono de puntualidad”. Yo elijo pasarme el alto, no tengo que hacerlo, se que corro un riesgo, se que no está bien pues violo el reglamento de tránsito y asumo la consecuencia de lo que pueda pasar porque fue mi decisión en ese momento. Para mi era más importante el bono que infringir el reglamento de tránsito, Pero si me paran no voy a eludir mi responsabilidad diciendo que los demás también lo hacen, aceptaré y asumiré mis consecuencias.

Cuando nos hacemos responsables tenemos claro los motivos por los que decimos o hacemos las cosas y eso hace que los demás puedan entender mejor nuestras necesidades, nos conozcan mejor y confíen más en nosotros pues somos honestos y congruentes.

Y tú: ¿Eres responsable de lo que dices y puedes empatizar con las respuestas de los demás?

¿Te es fácil hacerte responsable de tus palabras y tus acciones? ¿Cómo cambiaría tu comunicación y relaciones si lo hicieras?

Nos vemos la próxima!