¿Qué tienen en común las personas más queridas?
¿Conoces a alguien a quien todos quieren, de esas personas que inspiran respeto, admiración, pero sobre todo amor? ¿Te gustaría ser alguien así? Hoy te voy a decir lo que esas personas tienen en común y es algo que puedes tener también tu.
Esas personas, famosas o no, sin importar si las conoces en persona o si has escuchado de ellas, de las que los demás hablan con cariño, de las todos quieren rodearse tienen una característica en común y es que su grandeza se basa en su capacidad y disposición de servir a los demás.
Es importante aclarar que muchas veces se confunde el ser de servicio con el ser servil.
Una persona que sirve a los demás, está interesada en agregar valor a sus vidas, piensan en el bien común, conecta con los que lo rodean pensando en aumentar las posibilidades de éxito y abundancia para todos.
Una persona servil tiene una actitud exageradamente humilde ante un superior o una persona que considera tiene más poder con el objetivo de obtener un beneficio. Esta actitud acaba sirviendo solo a un individuo.
Servir a los demás contribuye a satisfacer una de las necesidades psicológicas más importantes del ser humano que es la necesidad de contribución.
Las personas que eligen ser de servicio no dejan de tener objetivos propios, no eliminan sus necesidades o emociones por servir a los demás. Esta es una creencia común y es muchas veces la razón por la que eligen no ser de servicio.
Las características que llevan a una persona a ser de servicio de forma asertiva y sana son:
1. Pasión.
Hay que elegir lo que se hace desde nuestros valores, creyendo en ello para hacerlo con pasión. Sin pasión no hay motivación.
2. Dar lo mejor.
Cuando se hace algo por los demás, se hace lo mejor posible, uno se vuelve bueno en lo que hace pues es la forma de aportar lo mejor a la comunidad.
3. Claridad.
Cuando se trabaja por los demás, se tiene claro a qué va a servir lo que queremos aportar. La claridad viene de interesarse de forma auténtica por los otros para identificar sus necesidades y poder aportar lo necesario. No se trata solo de mi, se trata de nosotros. La claridad permite satisfacer las necesidades de ambas partes.
4. Compromiso.
Cuando se trabaja por la comunidad, es necesario comprometerse con el trabajo. No se trata de hacerlo por hacerlo. Es necesario el compromiso con nosotros y para con los demás.
5. Perseverancia.
Cuando se hacen cosas por los demás es muy común que los resultados tarden más en darse. El compromiso previamente establecido no se mantiene sin perseverancia. No se trata de rendirse a la primera, se trata de perseverar hasta conseguirlo.
6. Creatividad.
Una ruta trazada no siempre va a ser ni la única, ni la mejor. Si queremos alcanzar una meta es importante considerar que puede haber cambios en el camino que requieren de nuestra creatividad para solucionar retos, generando ideas nuevas, tomando en cuenta que el objetivo es trabajar por un bien común.
Las personas que sirven a los demás viven más plenamente su propósito, satisfacen su necesidad de contribución lo que se manifiesta como satisfacción y plenitud, se sienten parte de una comunidad, encuentra sentido a sus vidas, se realizan a través del servicio mismo, aumentan su motivación pues no solo trabajan para ellas, trabajan para mejorar el entorno, se sienten acompañadas, apoyadas y reconocidas, forman lazos sociales más profundos y duraderos. La grandeza de estas personas viene de su capacidad de servir y esta capacidad es inherente a todos los seres humanos.
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