¿Qué necesitas hacer para vivir más tranquila?
Hace poco escuché una frase que me hizo click y me dejó pensando:
"Bájale al exterior, súbele a tu intuición"
Me di cuenta que esta frase podemos aplicarla en todo. Cuando tenemos que tomar una decisión, cuando estamos escuchando opiniones o consejos de otros, cuando no sabemos qué nos pasa o qué necesitamos y también me di cuenta de lo poco que hacemos esto.
Estamos constantemente bombardeadas por “ruido” del exterior y con esto no quiero decir que todo esto que escuchamos sea malo.
Le llamo ruido porque tendemos a tener el volumen en muy alto para las cosas que nos vienen de fuera y muchas veces se acaban mezclando todas, pierden claridad o nitidez y terminan escuchándose como ruido.
Este “ruido” puede estar compuesto de pláticas con amigas, donde escuchas desde anécdotas complejas, das o pides consejo, opiniones, comentarios inquietantes de gente que no conoces, información en redes, medios de comunicación, pláticas en la escuela de tus hijos, citas con maestras, películas, libros, programas de radio, comentarios en el trabajo, frases amables, frases hirientes, gente que opina lo que esta bien o lo que esta mal de ti, los que te dicen todo lo que deberías ser o hacer, etc.
Y todo esto se mezcla en nuestra mente, en nuestro corazón y muchas veces es tanto, que por querer escuchar todo, acabamos no escuchando nada.
¿Qué pasa cuando no escuchamos nada, de lo que “deberíamos” hacer?, entra la confusión y acabamos justamente haciendo nada o queriendo hacer todo a la vez. El punto es que acabamos agotadas, confundidas y frustradas.
Cuando escuché esta frase, me hizo tanto sentido…
Para poder modular el volumen de lo que entra de afuera, primero tenemos que subirle el volumen a nuestro interior, a nuestra intuición a quienes somos, a lo que somos, a lo que queremos, a nuestras emociones, a nuestros valores. Esto nos va a permitir filtrar lo que entra de afuera para que podamos hacer uso de la valiosa información de la que nos provee el exterior.
Cuando escuchamos a nuestra intuición, y la usamos como filtro, vamos a dejar entrar solo las cosas que se alinean con lo que queremos, con nuestros valores, con nuestras metas.
Cuando subimos el volumen a nuestra intuición, lo exterior deja de ser ruido, los mensajes se vuelven claros y entonces nos es más fácil hacer uso de esa información convirtiéndola en algo práctico, algo útil.
La información del exterior se vuelve algo que puede sumar a nuestras vidas, que no aumente nuestro estrés o ansiedad, que no nos confunde. Al contrario nos ayuda a encontrar soluciones y a tener mayor claridad de las cosas que necesitamos hacer.
¿Qué crees que pueda pasa si empiezas a escuchar más tu intuición?
¿Cómo se te ocurre que puedes subirle al volumen a tu interior para disminuir el del exterior para transformarlo en “música” en vez de “ruido”?
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