¿Por qué los 10 propósitos más comunes son los que menos se logran?
¿Quieres saber cuáles son los propósitos de año nuevo más comunes?
1. Hacer ejercicio
2. Aprender algo nuevo
3. Dejar de fumar
4. Comer saludable
5. Ahorrar dinero
6. Ser mejor persona
7. Cambiar de trabajo conseguir un ascenso
8. Empezar o terminar carrera
9. Viajar
10. Tener pareja
Yo por supuesto caí varios años en plantearme más de uno de la lista, y también caí en la estadística del estudio de la Universidad de Scranton, en Pennsylvania y el instituto de investigaciones Statistic Brain, que descubrió que solamente 8% de las personas que se plantean propósitos, logra cumplirlos. También concluyó que 25% de los involucrados en la investigación no los cumplieron ni siquiera la primera semana de enero; 55% los abandonó antes de terminar el mes y 20% después de seis meses. ¿Tú en qué porcentaje estas?
Sin importar si son propósitos de año nuevo o los quieres comenzar en cualquier momento, estos propósitos tienen una cosa en común que espero te lleve a decidir dejar de planteártelos.
De esto vamos a hablar hoy.
¿Qué es lo que tienen en común? Que son súper genéricos. Es decir, no son específicos, no son medibles, lo que no nos deja claro que sean alcanzables, ni realistas. No tienen fecha de “caducidad” es decir de cumplimiento. Y la falta de todo lo anterior, nos imposibilita definir una estrategia o pasos específicos para poder llevarlos a cabo, por lo tanto, se convierten en irrealizables casi al momento de pensar en hacerlos. Es decir, están destinados a fracasar desde el inicio pues no le dan la información necesaria a tu cerebro para elaborar un plan o una ruta para trabajar en ellos. Al no saber por dónde empezar, pues no empiezas.
Pero no se trata de decirte que todo lo que te has propuesto esta mal. Te voy a decir cómo replantearte tus propósitos sin importar la fecha en la que decidas comenzar.
1. Has un recuento de tu historia
Empieza por revisar qué has hecho en el pasado. ¿Qué propósitos si has cumplido?
¿Qué obstáculos encontraste? ¿Qué evitó que hicieras lo que te propusiste? ¿Hubo algo que te funcionó? ¿Qué fue lo que falló?
El hacerte consciente de lo anterior, te va a dar información para elaborar un nuevo plan, rescatar lo que te ha funcionado y eliminar lo que no.
2. Empieza con un solo propósito
La lista del ejemplo es larguísima y puede ser abrumadora, empieza con un solo propósito a la vez y ve aumentado otros conforme vayas avanzando con el primero y vayas aprendiendo a trabajar en el. Esto te ayuda a priorizar y a ser más asertiva.
3. Define para qué quieres lograr tu propósito. Esto te va a dar la motivación para seguir adelante y te va ayudar a encontrar el cómo conseguirlo.
4. Establece un propósito claro. Para esto puedes usar las características de metas SMART; que tu propósito sea específico, medible, alcanzable, realista y tenga una fecha de cumplimiento establecida.
5. Establece acciones sencillas. ¿Qué puedes hacer hoy para comenzar a trabajar en lo que quieres? Define acciones simples que te lleven a alcanzar lo que te propones.
Cuando defines los pasos, le das a tu cerebro la ruta que tiene que seguir para llegar a la meta, tienes acciones específicas a las que les puedes asignar fechas y tiempos, te organizas con anticipación para trabajar en lo que quieres.
6. Comprométete a trabajar hasta hacer un hábito. El trabajar por conseguir algo, requiere de repetición constante hasta convertirlo en un hábito. Trabaja en los pasos anteriores hasta convertirlos en un hábito. Ya que lo hayas dominado podrás tener una estrategia que puedes seguir para plantearte lograr todo lo que te propongas.
No dejes esto para mañana, el mejor momento para comenzar siempre será hoy. Revisa tus avances, ajusta lo necesario y sigue adelante. Con trabajo y dedicación puedes lograr lo que te propongas, la decisión es tuya.
Comments