¿Para qué nos sirven los espejos?
Todos tenemos espejos, los necesitamos y usamos, pero ¿para qué?
¿Qué pasaría si en la mañana salieras de tu casa sin verte en el espejo, te ha pasado, lo podrías hacer? ¿Cómo te sentirías?
¿Para qué necesitas verte en un espejo?
¿Qué es un espejo? Su definición es: cosa que retrata, refleja o da la imagen de algo.
¿Porqué es tan importante vernos al espejo? Revisamos que no tengamos la cara sucia, que nos hayamos maquillado bien, nos vemos las canas o arrugas nuevas. Vemos si nos queda bien la ropa, etc.
En pocas palabras validamos que nuestra imagen vaya de acuerdo a lo que queremos transmitir de nosotros, nos vemos para corregir lo que podemos corregir y para reconocernos todas las mañanas.
Ahora imagina que pudieras ver dentro de ti, que hubiera un espejo que reflejara o te diera una imagen de tu interior. ¿Lo comprarías? ¿Qué pasa cuando por dentro te sientes bien y miras tu imagen exterior en el espejo? ¿Te es más fácil aprobarte, sentirte satisfecha contigo misma?
¿Y si te digo que si existen espejos que nos permiten vernos internamente?
Estos espejos son todas las personas con las que convivimos día con día. Hay desde los espejos de bolsillo, que son las personas que no son tan importantes en tu vida y que sólo te reflejan pequeñas partes de ti, como cuando alguien te dice: “Qué buena presentación diste hoy”. “Te molestó el comentario del de ventas?”
Hay otros que son como de tocador, que te reflejan todo el rostro, o sea partes más completas como los amigos cercanos. Y estos espejos podrían reflejarte cosas como: “Necesitas aplicarte más para conseguir lo que quieres”, “Me molesta tanto que la gente sea hipócrita.”
Luego hay espejos más grandes como los del baño que van de pared a pared. Estos pueden ser tus hermanos o familia más cercana. Y estos te dicen cosas como: “Qué amargado estás”, “Qué buena eres para organizar cosas que beneficien a otros”.
Y finalmente están los de cuerpo entero, que pueden ser tu pareja y/o tus hijos. Estos te reflejan cosas como: “Que intolerante eres”, “Deberías ser menos controladora o manipuladora”, “Tengo miedo de equivocarme”.
El punto es que no podemos ver en los demás lo que no habita ya en nosotros, no podemos reconocer algo que no nos es ya conocido. SI te das la oportunidad de ver tu reflejo interior en el otro, vas a poder hacer los cambios o retoques que necesites. Pero sobretodo, vas a tener una mayor claridad y consciencia de quien realmente eres.
En vez de no quererte ver reflejada en los demás, abre bien los ojos de tu alma o consciencia y aprovecha el gran regalo que te brinda el ver tu reflejo gracias a lo que los demás hacen o expresan por ti. Esto te permitirá conocerte mejor, mejorar los puntos que tu decidas que quieres mejorar y aceptar las “manchas, canas o arrugas”, que tienes como parte de tu ser.
Cuando te sientes bien por dentro, lo reflejas por fuera. Cuando puedes ver tu reflejo interior y lo puedes mejorar, el resultado será que te vas a sentir todavía mejor que cuando sales con el peinado recién hecho o el traje nuevo a la medida.
Entonces, ¿estarías dispuesta a verte en estos espejos todos los días?
¿Reconoces alguno de tus espejos? ¿Cuáles son los que te cuesta más trabajo ver? ¿Qué cosas has podido identificar que te reflejan los demás? ¿Te gusta lo que ves? Si no te gusta, ¿cómo puedes cambiar esa imagen por una que te guste más, con la que te sientas mejor, más satisfecha?
Recuerda decirte todos los días viéndote en el espejo a los ojos: “Me amo y me acepto completamente”.
Nos vemos la próxima!
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