La solución a problemas recurrentes que nadie te ha dado

La solución a problemas recurrentes que nadie te ha dado

¿Te has topado con un problema que no puedes resolver?

De estos problemas que te quitan el sueño de los que hablas con todas tus amigas, en todas las conversaciones que por más que intentas no se soluciona, nada cambia.

Uno de estos problemas para mi, era que todo me saliera “perfecto”. Y el problema, de este problema, es qué no hay manera de medir la perfección, no es algo medible, ni cuantificable y por lo tanto accionable.

Solo me la pasaba frustrada, sintiendo que nunca nada de lo que hacía era suficiente o estaba bien hecho, porque no era perfecto.

Evite por muchos años hacer cosas que quería porque no había aprendido a hacerlas perfectas, me encanta pintar, pero no lo disfrutaba porque lo que hacía no era perfecto, en la escuela sacaba 10 y no me sentía satisfecha porque para mi la perfección era inventar el 11 o 12 o 13 y nunca nada iba a ser suficiente. ¿Te has sentido así respecto a algo? ¿Tienes problemas de estos que no hay manera de solucionar o de llegar a algo específico?

Si tienes un problema de estos, tienes un “problema gravitacional”. Si leíste bien, gravitacional como en gravedad terrestre (Designing your Life, Bill Burnet & Dave Evans -Gravity problems-)

Porque estos problemas son como querer cambiar la gravedad de la tierra, son problemas contra los que no puedes hacer nada, no están en tu control, la solución no depende de ti, no puedes accionar sobre ellos.

Yo uso mucho el ejemplo de querer tener un vaso que mágicamente funcione como una taza. No hay forma de poderlo tomar como una taza mientras que no aceptes que es un vaso y cambies tu acercamiento hacia el objeto. No puedes accionar sobre de el, mientras que no aceptes la realidad del mismo. Esto es un problema gravitacional.

Ponte a pensar cuánto tiempo has desperdiciado en problemas de este tipo. Nos encanta enfrascarnos en discusiones interminables, pleitos, defendiendo con uñas y dientes una idea de algo que queremos que sea real, en vez de aceptarlo o verlo como una situación, una circunstancia, un hecho de vida o una dificultad que no se puede resolver, que no depende de nosotros que es como pelearse contra la gravedad terrestre.

Mientras no te permitas aceptar lo que es, lo que es real por más que no te guste, vas a ser esclava del problema.

Yo te invitaría a hacerte dos preguntas:

1. ¿Te has hecho adicta al problema porque te evita tomar acción?

Yo me había hecho adicta a la perfección precisamente por esto, porque en lugar de decir que me daba miedo intentar algo, me justificaba diciendo que no lo iba a hacer hasta que fuera perfecto.

2. ¿Realmente es algo que quieras o puedas resolver?

Cuando soltamos este tipo de problemas recuperamos nuestra libertad para poder trabajar en cosas que si podemos cambiar. Nuestro foco de atención va a las soluciones de las cosas sobre las que si podemos accionar. Dejamos de desgastarnos poniendo nuestra atención y energía en el problema.

Evita atorarte con temas sobre los que no tienes ninguna oportunidad de éxito, evita atorarte con problemas gravitacionales, deja de luchar contra la gravedad.

Cambia tu estado mental, abre tu mente, permítete aceptar lo que es, cambia tu perspectiva, tus puntos de vista para que puedas replantearte el problema y puedas empezar a trabajar en cosas que realmente sean importantes y que puedan funcionar.

Si quieres empezar a rediseñar tu vida, el primer paso para un buen diseño es la aceptación. Este es el punto de partida.

Yo me privé de aplicar en mi vida todo lo que se de diseño, porque no podía aceptar que lo que tenía era miedo y que el miedo es parte de atreverte a intentar cosas nuevas, que no necesitas ser perfecta, que es más importante intentar algo que no hacer nada.

Así que, olvídate de lo que quieres que pase, de lo que quieres que sea, de dónde quisieras estar, quién quisieras ser, de cómo te gustaría que se vieran las cosas, las personas, de cómo quisieras que cambiaran las circunstancias, deja de querer cambiar la realidad. Empieza por ver lo que hay, lo que es, tal cual es. Empieza por ver la taza. Y entonces si, has planes para la taza.

No puedes hacer planes para la taza, si estas queriendo ver un vaso.

Y hacer planes para el vaso no es lo mismo que para la taza, no haces ni para uno, ni para otro.

Tu tarea de hoy, es hacer una lista de todos los problemas que tienes.

De tu lista vas a tachar todos los que son problemas gravitacionales y los vas a olvidar a partir de hoy.

De los que te quedaron, vas a elegir uno, el que tenga más prioridad y vas a pensar en cinco formas de solucionarlo.

Elige una de las soluciones y divídela en pasos, o sea en acciones específicas que puedes tomar. Vas a sacar tu agenda y vas a poner fecha para cada uno de los pasos empezando desde hoy.

Empieza con tu rediseño, cuéntame como te va.