La razón por la que no conviertes tus sueños en realidad, que nadie te ha dicho

Hemos hablado de soñar, de convertir tus sueños en metas, pero ¿qué pasa cuando no quieres soñar? ¿Por qué a veces nos cuesta trabajo pensar en lo que quisiéramos? ¿Por qué nos cuesta trabajo ser creativos, innovar, rediseñar nuestras vidas a través de nuestros sueños?

¿Será porque soñar nos puede hacer sentir vulnerables?

¿Y a qué me refiero con vulnerabilidad? A actuar y exponerte cuando no se puede controlar el resultado.

¿Y qué hay más incierto que un sueño? ¿Qué pasa si sueñas y te pones a trabajar para hacer tu sueño realidad?

Te tienes que exponer ante situaciones que no conoces, tienes que salir de tu zona de confort y enfrentarte seguramente con el fracaso porque nadie nacimos sabiéndolo todo y para avanzar necesitamos aprender.

Se nos olvida que la vida es progresiva, que todo tiene un proceso y que nos vamos a tropezar más de una vez en el camino y preferimos evitar el dolor, la ansiedad, la angustia, la frustración, la vergüenza, el miedo de sentir todo lo anterior y de fallar, en pocas palabras, la exposición emocional.

En este mundo tecnológico donde nos hemos acostumbrado a picar un botón y obtener todas las respuestas, la comida, el juego, los satisfactores o distractores se nos está olvidando que hay que trabajar por lo que queremos y que nosotros no tenemos un botón que podamos apretar para en el momento ver nuestros sueños hechos realidad.

El tema es que no nos hacemos conscientes de esto y sentimos que los que estamos mal somos nosotros.

Que si acabando la universidad no somos los directores de la empresa en la que queremos trabajar, algo tenemos mal.

Que si por darle una leída al libro voy a sacar 10, y repruebo, algo tengo mal.

Que si por hablarle a la chava que me gusta se va a querer casar conmigo y vamos a ser felices para siempre y no sucede, algo esta mal en mi.

Que si no me siento feliz todo el tiempo apretando botones, algo no me funciona. Y vamos por la vida sintiendo que nos falta algo, insatisfechos, viviendo a través de los sueños de otros, de lo que nos dice la mercadotecnia, las redes, o el que alza más la voz y al que le creemos y no nos detenemos a pensar qué es lo que necesitamos nosotros y cómo lograrlo.

Nos anestesiamos con TV, series, comida, compras, etc. para no sentir las emociones que vienen del atrevernos a soñar, de exponernos en el campo de juego, en la arena, porque seguramente nos van a dar una paliza en algún momento. Por que así es la vida. Nadie nunca a logrado nada, sentado desde las gradas.

Estamos eligiendo la comodidad, a la realización de nuestros sueños, a cambiar nuestras vidas, a alcanzar nuestras metas, a marcar la diferencia con eso que solo nosotros tenemos y que le hace tanta falta al mundo para ser mejor, para dejar las cosas mejor de como las encontramos.

Nos esta faltando aprender a ser vulnerables y dejar de pensar que podemos lograr el éxito con la armadura puesta, porque esa armadura nos da certeza, nos da una aparente seguridad de que no nos vamos a lastimar y acabamos lastimados por la misma armadura y sin vivir la vida que nuestros sueños tenían en mente para cada uno de nosotros.

Nada se ha logrado nunca sin valentía y para ser valiente se necesita ser vulnerable. Tu nivel de valentía está directamente relacionado con tu disposición a ser vulnerable.

Y para soñar, y hacer nuestros sueños realidad, necesitamos ser valientes.

Brené Brown, escritora, investigadora, especialista en el tema de valor, vulnerabilidad y vergüenza, nos habla de los Mitos de la vulnerabilidad:

1. Ser vulnerable es ser débil.

2. No hay personas invulnerables.

3. No puedes ser vulnerable aislándote de los demás.

4. Puedes eliminar la incomodidad e incertidumbre de la vulnerabilidad.

5. La confianza viene antes que la vulnerabilidad. Vienen de la mano. Vulnerabilidad sin límites no es vulnerabilidad.

6. La vulnerabilidad es divulgar.

La vulnerabilidad se mide no por la cantidad de cosas que revelas, sino por la valentía para actuar y exponerte cuando no se puede controlar el resultado.

Nos da miedo ser vulnerables, elegir ser valientes a estar cómodos, pero pregúntate que va a pasar al final de tu vida, si no te atreves, qué va a pasar si te preguntas ¿Y si lo hubiera hecho? ¿Qué es más aterrador y difícil dejarlo de hacer, elegir la comodidad, o permitirte ser vulnerable y ser valiente y convertir tus sueños en realidad? Y vivir la vida que te mereces.

¿Qué vas a decidir? Estamos en una época donde se da el pensar en lo que viene, en lo que queremos para el próximo año.

¿Estarías dispuesta a elegir la vulnerabilidad y la valentía como un propósito para empezar un nuevo ciclo?