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Esto es lo único que tienes que saber para ser una buena mamá

Hoy les voy a decir lo único que tienes que saber para ser una buena mamá.


¿Cómo es que nada más tengo que saber una sola cosa? Nos pasa que cuando vamos a ser mamás nos entra la inquietud y empiezamos a buscar libros, a pedir consejos, a lo mejor hasta ir a cursos etcétera. Esta es una inquietud bien válida, muy común, pues no sabemos cómo vamos a desempeñar este papel. No hay escuelas que te enseñen a ser mamá, nadie te dio clases, nadie te sentó y te dijo qué hacer.





No hay pasos a seguir específicos, no hay una maestra que venga y que te de la clase tal cual con las materias etcétera, no hay una escuela como tal y estamos siempre buscando conocimiento. Por supuesto que queremos saber desempeñarnos como mamá, pero no solamente queremos ser mamás, queremos ser muy buenas mamás, queremos ser las mejores. Con este papel, viene con una carga muy fuerte, implica una responsabilidad muy grande, genera estrés, genera muchas cosas.


Pero te repito, lo único que tienes que saber para ser una buena mamá, es que no sabes nada. Es cierto que entras a esta aventura queriendo conocer cosas, pero a lo que me refiero con que sepas que no sabes nada, es que asumas que no tienes por qué saberlo. Que asumas que no porque hayas leído hoy un libro, mañana vas a tener todo resuelto. Que asumas que vas a tener que aprender todos los días algo nuevo porque no lo sabemos todo.


Si tienes un hijo es un tema, si tienes dos es otro, si es niño es una cosa, si es niña es otra, si tiene un carácter tienes ciertos retos, si tiene otro tipo de carácter otros. Si tu entorno, tus condiciones, tu realidad es una, vas a tener que aplicar ciertas cosas a diferencia de otras.


El tema con la maternidad es que no puedes generalizar en muchos aspectos. El tema con la maternidad, es que tienes que aprender todos los días. Tienes que justamente aplicar esta mentalidad de que no lo sabes y eso te ayuda precisamente a abrirte, a encontrar soluciones, a buscar a la gente que te pueda ayudar, los libros, los cursos o lo que tú decidas.


No porque ya te hayan dado consejos, no porque tú hayas leído libros, no porque hayas pasado por una experiencia con uno de tus hijos tienes que pensar; esto ya lo sé. Ahí es cuando vienen los problemas, es cuando no entendemos porque no estamos pudiendo resolver o porque yo estoy haciendo esto y las cosas no se resuelven o no van para mejor. También es muy común delegarle la responsabilidad a alguien más por no querer enfrentarte con el reto de todos los días tener que asumir que no sabes. Esto es bien fuerte para todos. No sé si les ha pasado, yo he pasado por mucho de este aprendizaje. Me he dado muchos frentazos y el día de hoy creo que puedo estar tranquila. Pero sólo hasta el día de hoy, hasta este presente, hasta este momento.


He aprendido justamente a eso, a asumir que no lo sé, a asumir que no tengo por qué saberlo, que no tengo que ser la mamá perfecta, que no tengo que dominar todos los temas. Los hijos como seres humanos cambian todos los días, tienen distintas necesidades todos los días.


Para empezar, entonces; hay que asumir que no lo tienes por qué saber, que no lo sabes, para entonces investigar hasta donde tú decidas. Meter en las manos y decidir qué tipo de ayuda necesitas. Y dos, no perder de vista a tu hijo. Lo que estés haciendo, la ayuda que hayas encontrado, lo que estes aprendiendo debe estar enfocado a mejorar, aportar a su vida, no a llenr tus expectativas. ¿Qué tanto necesita mi hijo de esto que estamos haciendo?, ¿hasta dónde va a poder? El trabajo tiene que estar de acuerdo con quién es y de quien necesita para yo poder acercarle las cosas, para yo aprender investigar, etcétera. Tenemos que ir de la mano porque de otra forma no importa todo lo que haga si una vez más, no va en congruencia con lo que está siendo la realidad, con quién está siendo mi hijo.


Cuando conjuntamos estas dos cosas y yo puedo decir: yo no lo sé voy, puedo buscar que tengo que hacer. Se trata también de ir viviendo el desarrollo día a día, viviendo con ellos. Vamos sancando herramientas nuevas y ajustando sobre la marcha. Cuando trabajas asó, es cuando realmente puedes ver mejoras, cuando realmente puedes ser una mamá más asertiva, cuando realmente puedes encontrar soluciones.


¿Y mañana? pues no sé, mañana veremos. Mañana veremos qué otra cosa necesitamos aprender. Hagan el ejercicio, traten de hacerse conscientes de esto. Es normal no saber, tienes por qué saberlo todo, no tienes por qué ser experta en todo, entiende que no tienes por qué saber y no sabes nada porque la vida así es y el tema con ser mamá, es ir aprendiendo todos los días a hacerlo.

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