¿Estas contenta o eres feliz?
¿Estas contenta o eres feliz? A veces pensamos que es lo mismo, pero no es así. Esta confusión hace que no vivamos las emociones plenamente. Si no te sientes completamente feliz puede ser porque sólo estes contenta. Hoy vamos a hablar de la diferencia y de si uno es mejor que otro.
Según el diccionario estar contento es estar alegre, satisfecho, contenido. En cambio, felicidad lo definen como estado de grata satisfacción espiritual y física, ausencia de inconvenientes o tropiezos. Pero como muchas de las definiciones de emociones, a veces no nos explican mucho de lo que sucede en nuestro interior y cómo nos puede afectar o beneficiar el concepto que tenemos de ellas.
Una persona contenta sería alguien que se siente satisfecho con lo que tiene, que no necesita buscar algo más. Esta emoción se ubica entre la alegría y la resignación, no es un estado de felicidad.
La felicidad por otro lado es una palabra muy usada y se relaciona con situaciones en las que las circunstancias son tal como las deseamos.
Podemos ser felices y no estar contentos o podemos estar contentos y no ser felices.
Si estoy feliz porque puedo aceptar y disfrutar de las circunstancias actuales, pero no me contento con lo que hay, es decir, no me siento satisfecha con lo que tengo (esto no quiere decir que no lo disfrute) y quiero ir por algo más, esto me puede motivar a tomar las acciones necesarias para generar el cambio y alcanzar una nueva meta.
Si en cambio estoy contenta, satisfecha y no quiero nada más, pero no me siento feliz, puede ser que no estemos identificando que está faltando algo para aceptar de lleno nuestras circunstancias. Probablemente no son tal como las deseamos. Es decir, nos estamos conformando, contentando con algo que no se ajusta a nuestros deseos más profundos, o a nuestras metas personales, o a nuestra visión, lo que hace que no experimentemos felicidad.
Lo ideal es que pudiéramos estar contentos y felices, pero como se puede todo en esta vida, pero no siempre al mismo tiempo, podemos usar esta información para identificar nuestro estado de ánimo en momentos específicos y hacer lo necesario para sentir lo que deseamos sentir. Porque si se puede estar contentos y felices si somos honestos con nosotros mismos y sabemos escucharnos.
Para ser felices, primero tenemos que tener claro lo que queremos. Por eso es importante visualizar nuestra vida a futuro. La felicidad va a surgir del compromiso con esta visión y las acciones que llevemos a cabo para alcanzarla.
Si nos conformamos con estar contentos, es como ir en piloto automático, dejando que el mundo decida por nosotros, contentándonos con las opciones que nos presente pues no tenemos definido el camino por donde nosotros queremos ir. Como dicen, sin meta no hay destino y por tanto nos contentamos con la ruta por la que alguien o algo más nos lleve.
La trampa del contentamiento es que no nos implica mucho esfuerzo, es como ir en el asiento del copiloto con chofer, nos hace sentir cómodos, seguros, pero nunca nos llevarán a nuestra felicidad.
La felicidad está en identificar lo que queremos, lo que nos gustaría crear. Está en tener claro el tipo de vida que quisiéramos vivir, tomar el volante y comprometernos a andar el camino que nos lleve a crearla y vivirla contentándonos con nuestros avances y sintiéndonos felices porque vamos en el camino correcto.
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