¿Eres la heroína de tu vida?
“Existe una heroína potencial en cada mujer. Ésta es la dama principal de la propia historia de su vida en un viaje que empieza con su nacimiento y continúa a lo largo de su vida. Mientras recorre su intinerario personal, encontrará sin duda sufrimiento: sentirá soledad, vulnerabilidad, incertidumbre; y se encontrará con límites. Puede que encuentre también un sentido a su vida, desarrolle su carácter, experimente el amor y la gracia, y aprenda la visión.
La heroína toma forma a través de sus decisiones, de su capacidad para la fe y el amor, y de su aptitud para aprender de la experiencia y comprometerse. Cuando surgen dificultades, si considera lo que puede hacer, decide lo que hará y se comporta conforme a sus valores y sentimientos, está actuando como la protagonista-heroína de su propio mito.
Aunque la vida está llena de circunstancias no elegidas, siempre existen momentos de decisión, puntos nodulares que deciden los acontecimientos o modifican el carácter. Para ser una heroína en su propio viaje heroico, una mujer debe empezar con la actitud de que cada cosa que se elige tiene importancia (o incluso actuar al principio “como si la tuviera”). En el proceso de vivir a partir de esta premisa, algo sucede: una mujer se convierte en una persona que toma decisiones, una heroína que moldea lo que llegará a ser. O bien crece, o bien es disminuida por lo que hace o no hace y por las actitudes que mantiene.”
Extracto tomado de: “Las diosas de cada mujer” por Jean Shinoda Bolen
Quise empezar hoy con este texto, creo que resume y refleja lo que muchas mujeres vivimos. Me encanta la idea de pensar que somos cada una de nosotras las heroínas de nuestra propia historia. Que la vida que vivimos, depende de las decisiones que tomamos y de la perspectiva que tenemos en el momento de tomarlas.
Las creencias con las que crecemos, las perspectivas generadas por esas creencias, los sentimientos que surgen y las decisiones que tomamos basadas en lo que queremos o no queremos sentir, nos dan como resultado lo que experimentamos día con día.
Todas tenemos la capacidad de creer otra cosa, de reinventarnos, de cambiar la perspectiva, de hacernos cargo de nuestras emociones y de tomar las decisiones que nos lleven a donde queremos llegar.
Todas podemos ser la heroína de nuestra propia vida y al salvarnos, al marcar nuestro propio rumbo y destino, podremos también ayudar y quizás hasta salvar a los que nos rodean. Para las que tenemos hijos, recordemos que el ejemplo arrastra. ¿Qué más quisieramos que nuestros hijos e hijas aprendan a salvarse a sí mismos y que se conviertan a su vez en los heroes o heroínas de su vida?
Hoy te invito a pensar de qué forma estas siendo la heroína de tu propia vida, qué creencias te mantienen en la posición de víctima, qué cosas no puedes ver desde tu perspectiva actual. Te invito a salir un poco del lugar en el que estás y permitirte ver otras formas de hacer las cosas, de interactuar, de ser tu misma. Te invito a deshacerte de las expectativas externas, de los convencionalismos del "debo o tengo que", de los estereotipos. Te invito a rescatarte retomando el control de tu vida, de tus emociones, de tu felicidad.
Porque como dice Jean Shinoda Bolen, hay una heroína en cada mujer, así que tú eres tu propia salvadora.
Nos vemos la próxima!
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