¿Eres de los que cree que la personalidad te define para siempre? La personalidad y el “así soy”
¿Eres de los que se justifica diciendo que así eres, que esa es tu personalidad, que no puedes cambiar? pero esto, más que beneficiarte termina perjudicándote. Si quieres saber los beneficios de identificar tu personalidad para cambiar el "asi soy yo”, el tema de hoy es para ti.
El “así soy” es parte de la conducta del ser humano, mejor conocida como personalidad, el “así soy yo” es la forma en la que una persona piensa, se comporta y experimenta sus emociones a lo largo de su vida. La personalidad es consistente con quien eres, con quien fuiste y con quien puedes ser en el futuro.
La personalidad se va formando desde que nacemos y estudios acerca de la misma nos dicen que está influenciada tanto por la genética como por el aprendizaje (experiencias).
La parte heredada, o sea la parte genética se le llama temperamento. El segundo componente es el carácter.
El carácter surge de las experiencias y lo que aprendemos desde que nacemos. La personalidad se forma con la suma del temperamento y el carácter y se termina de configurar o estructurar en la edad adulta entre los 18 y 20 años. No hay una edad específica, todos tenemos un tiempo distinto para terminar de forjar nuestra personalidad.
La personalidad tiene rasgos particulares para cada persona, los rasgos son las características que se mantienen estables, son las cosas que identificas de alguien que son constantes, que te permiten saber quién es, que además te permiten inferir la forma en la que alguien puede comportarse ante cierta situación.
Si una persona es sociable, este es un rasgo de su personalidad, esto te permite predecir que cuando llegue a una reunión, no le va a costar trabajo integrarse y hablar con los demás.
Un tipo de personalidad está compuesta de varios rasgos específicos. Una persona agradable, ambiciosa, comprometida, en control, honesta, abierta al desafío, puede tener un tipo de personalidad resistente.
Nosotros podemos identificar nuestra personalidad, a través del autoconcepto. El autoconcepto es la imagen mental que tenemos de nuestra propia personalidad, de nuestro “así soy yo”.
Si hay cosas que no te gustan o no funcionan a tu favor de tu personalidad, no tienes que resignarte pensando que ya no hay nada que hacer. La buena noticia es que si puedes cambiar aspectos de tu personalidad para ayudarte a ser mejor, a seguirte desarrollando.
SI quieres hacer cambios en tu personalidad lo que tienes que hacer es:
1. Hacerte consciente.
¿Qué cosas de mi forma de ser me llevan a repetir patrones de conductas negativas? ¿Qué rasgos de mi personalidad no me gustan, me generan conflictos, problemas o me impiden conseguir lo que quiero?
2. Olvídate del “así soy yo”.
Lo primero que hay que hacer para poder cambiar es deshacernos de esta etiqueta. Si es algo que te está perjudicando ¿por qué querrías conservarlo, si ya sabes que si se puede cambiar? Tu falta de flexibilidad en este aspecto solo te perjudica a ti. ¿Qué vas a elegir? ¿Quién podrías ser si te deshaces del “así soy yo”?
3. Fíngelo hasta que lo consigas.
Permítete hacer las cosas de forma distinta a la que estabas acostumbrada. Empieza a hacerlo como un juego, observa cómo te sientes, qué resultados obtienes, cómo reaccionan los demás a estos cambios en tu personalidad. Repítelo hasta que se haga un hábito.
Algo que es importante entender, es que no hay rasgos de la personalidad mejores que otros. Podrías pensar que es mejor ser extrovertido que introvertido, pero la personalidad viene con una mezcla de costos y beneficios. Mientras tus rasgos de personalidad no se vayan a los extremos convirtiéndolos en patrones de conducta desadaptativas, siempre podrás encontrar el punto medio para los rasgos de personalidad que presentes, todos tienen puntos a favor y puntos en contra, lo importante es encontrar el equilibrio y sacarles provecho.
Si conocemos nuestra personalidad, nos haremos conscientes de la forma en la que funcionamos e interactuamos tanto con los demás como con las situaciones que se nos presenten. Cuando identificamos nuestra personalidad, nos va a ser más fácil trabajar en las cosas que buscamos mejorar en nuestra vida.
Los cambios de conducta, nuestra forma de pensar, nuestra forma en la que experimentamos y regulamos nuestras emociones están todas relacionadas con nuestra personalidad, conocerla nos permitirá hacer cambios que nos lleven a alcanzar las metas que nos propongamos en la vida, a disfrutar más y a sentirnos mejor con nosotros mismos.
Cambia el “así soy yo” por uno que no uses para justificar el por qué no haces u obtienes lo que deseas.
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