¿El amor es ciego? ¿Cómo me quito la venda para amar de verdad?

Hay quienes dicen que el amor es ciego. Yo no creo que el amor sea ciego. Para que haya amor de verdad, no puede ser ciego. No puedes tener una venda en los ojos porque una de las primeras características del amor, es amar lo que es amar la realidad de la otra persona.

Hay muchos tipos de amor, pero en ninguno de estos, puedes ponerte una venda en los ojos porque entonces no estás amando realmente lo que es. Para amar tienes que conocer y para para conocer hay que aceptar lo que tenemos enfrente, hay que poder trabajar con lo bueno y con lo malo, hay que poder reconocer las cosas que no nos encantan y aun así amar y aun así seguir adelante.

El amor más importante de todos, a mi punto de vista, es el amor por uno mismo. No puedes ser compasivo con el otro empático, con el otro, conocer al otro si no empiezas por hacerlo contigo. Estamos teniendo unos estándares altísimos de perfección, de desarrollo, de productividad, de cómo actuamos que nos hacen muchas veces sentir que no nos queremos, que no damos el ancho, que no somos suficiente y nos estamos continuamente juzgando o criticando, sintiendo que nos quedamos cortos. Esto entorpece el amor por nosotros.

Te invito a que te quites la venda de los ojos y empieces por verte por como eres, por valorar todo lo que eres y lo que tienes que dar a los demás, porque seas compasiva y empática primero contigo misma.

Para quitarnos la venda de nuestros los ojos:

1.  Contactar contigo

Escúchate, atrévete a verte al espejo y decir; en esto le hecho muy bien, en esto no me encanta. No con el afán de castigarte o menospreciarte, sino con el afán de conocerte, de realmente contactar con quién eres, con esa persona tan especial e importante que eres.

2. Establece tus límites

3. Trabaja con lo que es, con la realidad.

4. No des más de lo que tienes o de lo que eres

Si tú te amas a ti mismo, lo demás va cayendo solo en su lugar lo demás se va acomodando por sí solo. Atrévete a verte al espejo, a ver lo valiosa que eres, todas las características positivas que tienes. Identifica en qué quieres seguir trabajando para que puedas seguirte desarrollando y creciendo, todo partiendo de este amor incondicional, sin juicios, sin etiquetas, sin expectativas de quien realmente eres y ámate. Ama a esa persona, a ese ser, a ese individuo para que entonces puedas tener amor para darle a los demás.