¿Cómo tener un buen diseño impacta positivamente nuestra vida?
¿Cómo podemos tener una vida más satisfactoria, plena, lo más equilibrada posible? ¿Por qué es importante tener un plan, un camino a seguir, algo que nos de la pauta para iniciar acciones?
¿Por qué es importante pensar en diseñar nuestras vidas?
Porque como dice Adam Judge,
“La alternativa al buen diseño es siempre el mal diseño. No existe el no diseño”.
Entonces cuando no pensamos en lo que queremos, cuando no nos cuestionamos hacia donde queremos ir y definimos como lograrlo, cuando no diseñamos nuestro camino, el resultado por fuerza va a ser algo mal diseñado.
¿Y cómo se ve algo mal diseñado? Se vería algo asi como una casa con la cocina dentro del baño de la recámara principal, o sea totalmente incongruente, poco funcional, impráctico.
Un mal diseño, nos impide aprovechar lo que tenemos para sacarle el mayor provecho, un mal diseño, nos complica la vida, nos impide disfrutar de las cosas, nos impide hacer uso de ellas para lograr objetivos específicos.
¿Qué tenemos que hacer entonces?
1. Observa dónde estás hoy.
Has un balance de tu vida, reconociendo las áreas que son importantes para ti, e identifica si te sientes satisfecha. Si estás en el lugar adecuado en relación a tus circunstancias personales, tus aspiraciones y proyectos.
2. Analiza cada una de tus áreas de vida.
¿Cuál o cuáles de ellas necesitan un poco más de atención o trabajo para que puedas estar en el lugar que quieres en el momento presente? Recuerda que una vida en equilibrio no quiere decir que todas las áreas tengan la misma calificación todo el tiempo, por eso es importante relacionarlas con tu momento actual. El diseño de nuestras vidas se da con el tiempo, cada etapa requiere de atención y trabajo específicos.
3. Comprométete a diseñar tu vida.
Como una forma de vida, no pensando en que es algo que solo te sirve para trabajar con problemas o proyectos.
4. Evalúa y reconoce tus avances.
Aprende de las experiencias viéndolas como aprendizaje para sacarles el mayor provecho.
5. Aprende a desaprender.
Identifica tus malos hábitos, las conductas negativas, las creencias o paradigmas limitantes y cámbialos por unos que se adecuen a tus necesidades actuales, que te ayuden a lograr lo que te propongas.
6. Abre tu mente.
Se curiosa, prueba con cosas nuevas, replantéate los problemas, cambia tu perspectiva.
7. La vida es progresiva.
Recuerda siempre que la vida es progresiva, que vamos por progreso, no por perfección, que la vida está en constante cambio y necesita de ajustes, necesita de rediseño.
8. Pide ayuda.
Cuando necesites algo, ten la seguridad de que no estás sola, que hay alguien ahí afuera que te puede ayudar, aportar o acompañar en el camino y sumar a que tu vida tenga un diseño maravilloso.
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