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¿Cómo tener hijos que se protejan con un NO, sin temor al rechazo?



Cuando mis hijos salen con amigos, a fiestas, cuando trabajen, cuando se enfrenten con personas que quieran influenciarlos a hacer cosas que pongan en riesgo su salud, seguridad o bienestar, lo que más quisiera es puedan decir "NO".


No, para poner límites, para identificar las cosas que los pueden perjudicar. Que puedan elegir para y por ellos, sin preocuparse de si van a caer bien, si van a ser populares, si los van a querer en un grupo.


Esto, sobretodo hablando de adolescentes, es un gran reto. Pero la educación que les damos desde que son pequeños, debería estar encaminada entre otras cosas a conseguirlo, que para mi, es un tema medular.


¿Cómo podemos conseguirlo? La clave para esto es la asertividad.


“La asertividad trabaja en cualquier situación, les da lineamientos a los niños para poder navegar desde el jardin de juegos hasta la pijamada. Les ayuda a mantener relaciones sanas y una auto estima sólida.”

–Margarita Tartakovsky, psicóloga


Si queremos hijos fuertes y seguros de si mismos que sepan defenderse y defender a otros, sin ser malos o hirientes. Hijos que sepan decir no con claridad, pero manteniendo relaciones positivas que satisfagan tanto sus necesidades como las de los demás, hay que enseñarles a ser asertivos.


El reto es quitarnos la creencia de que al ser asertivos podemos parecer groseros o egoístas por pensar en nosotros. La práctica es indispensable para dominar esta habilidad y gozar de los beneficios asociados a una comunicación asertiva.


El reto, es también, comenzar por enseñar con el ejemplo.


Recuerda, que nunca es tarde para introducir nuevas habilidades a nuestros hijos, si te interesa ayudarlos a trabajar en su auto determinación a través del manejo de la asertividad, te dejo estos pasos:


1. Enséñales a comunicarse

Existen tres estilos de comunicación: pasiva, agresiva o asertiva. Cada vez que nos comunicamos, podemos elegir el estilo en el que queremos hacerlo. ¿Cuál crees que te de más beneficios, con cuál crees que te comuniques más claramente, cuál crees que te proteja más o te ayude a alcanzar tus metas?


¿Cómo puede elegir hacerlo: pasivamente como un avestruz que esconde su cabeza en la tierra, agresivamente como un león al que retan a una pelea, o asertivamente como tu perro cuando empuja su plato para que le des de comer?


2. Reconocimiento

Este tema del reconocimiento es fundamental y lo manejo en muchos de mis blogs. Reconoce asertivamente, sin juicios ni exageraciones, cuando tu hijo se comunique de forma clara, asertiva.


Para poder escuchar o identificar cuando lo haga, te tienes que librar de tus expectativas o juicios para reconocer lo que tu hijo te esta queriendo decir en realidad. Felicítalo por expresar lo que siente, lo que quiere, lo que necesita para estar mejor, por evidenciar lo que no le gusta, lo que le hace daño o lastima.


3.Enséñalo a definir sus límites

Un límite es una línea que no debe ser cruzada. Existen a nivel físico (el espacio alrededor de nuestro cuerpo) y a nivel emocional (las cosas que lastiman nuestros sentimientos).


Como papás nos confundimos mucho con este tema, pues muchas veces pensamos que al permitir que nuestros hijos fijen sus límites, pueden parecer groseros, distantes, desinteresados, pero todo esto tiene que ver con nuestras expectativas.


Les pedimos que se dejen besar, tocar, acariciar por cualquier miembro de su familia. No queremos que parezca que no sienten afecto por ellos, pero entonces ¿cómo aprenden a decir que no?, ¿cómo aprenden a identificar que ciertas sensaciones que les generan incomodidad se deben a que sienten que sus límites están siendo cruzados?.


Como dice el dicho, lo cortés no quita lo valiente. Esto no quiere decir que tu hijo sea grosero, puede saludar, pero esto no implica que permita ponerse en situaciones que lo incomoden.


“Si queremos que nuestros hijos escuchen su instinto y se sientan cómodos expresando sus límites y los defiendan, necesitamos dejarlos practicar esta habilidad desde pequeños.”

–Sue Lively


La comunicación asertiva considera las necesidades de los demás, pero nunca a expensas de las nuestras.


Un "no" claro, asertivo, nos mantiene sanos y seguros. Permíteles decir que no en temas negociables que no efectan su seguridad o salud. Enséñales que no son responsables de las emociones, conducta o reacciones de los demás, que sólo son responsables de las propias.


4. Enséñalos a empezar por ellos

Cuando quiera comunicar algo, es importante que empiece con la palabra “Yo”. Empezar por uno, nos hace responsables de nuestras necesidades y emociones. La comunicación es libre de juicios, culpa o críticas y mantiene el canal abierto con la otra persona, pues no se siente atacada y no hay necesidad de que se ponga a la defensiva.


Ayudale a que practique con frases como: "Yo pienso, yo siento, yo opino, yo necesito, a mi no me gusta, yo no me siento bien"…


5. Dales habilidades de socialización

Con los que más necesitamos ser asertivos, es casi siempre con las personas más cercanas. Es más dificil decirle no a un conocido que a un desconocido. Es con las relaciones cercanas con las que tenemos que dejar más claras nuestras necesidades y emociones.


Estas habilidades también incluyen tener claro lo que buscan de una relación, lo que esperan o buscan de un amigo. ¿Tu hijo se ha puesto a pensar en eso? ¿Está obteniendo lo que busca?, si no es asi, ¿puede expresarlo asertivamente? ¿El es la clase de amigo que busca? ¿Puede respetar los no de sus amigos?


La asertividad construye relaciones más abiertas, honestas y respetuosas, donde los integrantes de una relación pueden escuchar las necesidades y emociones de los demás, entenderlas y respetarlas.


6. Enseña con el ejemplo

¿Qué tanto dices que no a cosas que no te gustan o te hacen sentir incómoda? ¿Qué tipo de relaciones tienes? ¿Te sientes con la confianza de expresarte asertivamente, sabiendo que tus límites van a ser respetados?


Hay que recordar que el ejemplo arrastra, nada de lo que puedas hacer sirve, si no lo acompañas de acciones congruentes y consistentes con lo que estas diciendo.


Otra forma de modelar asertividad es con la escucha activa. Trata de escuchar el mensaje debajo de lo que se dice, es decir las emociones y necesidades ligadas a estas. Escucha libre de juicios, desde y con el corazón, sin agendas o expectativas.


La asertividad requiere práctica, pero una comunicación asertiva nos puede brindar grandes beneficios, como confianza, una auto estima sana y relaciones positivas.


Lo más importante es que una comunicación asertiva por parte de nuestros hijos, que sea congruente con sus necesidades, emociones y valores, va a estar alineada con sus acciones y por lo tanto va a facilitar el establecer límites firmes, y el poder decir no ante situaciones que los puedan perjudicar. El mejor de los resultados va a ser que nuestros hijos se puedan cuidar mejor, se sientan más seguros, que se pongan menos en riesgo y que se nosotras podamos dormir mejor.


¿Y tú, Te animas a empezar a cambiar tu estilo de comunicación y a trabajar en esto con ellos?


Nos vemos la próxima!

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