¿Cómo se siente físicamente la toma de consciencia?
Vamos a hacer un ejercicio para tomar conciencia. Hemos hablado mucho de la toma de conciencia. Es un tema que tiende a ser muy teórico, que lees, que escuchas, pero ¿cómo podemos hacer para que puedas hacer otro tipo de ejercicios que te hagan darte cuenta de el tema de la toma de conciencia?
Te voy a pedir que te sientes en algún lugar cómodo y vamos a hacer lo siguiente:
-Vas a hacer tres aplausos fuertes entrelazando los dedos.
-Vas a observar cuál es el dedo pulgar que quedó arriba.
-Repite el ejercicio, pero ahora el dedo opuesto al de la veza anterior es el que debe quedar arriba.
¿Lograste que tu otro dedo quedara arriba? ¿cómo se sintió esto? ¿cómo sentiste el ejercicio?
¿Por qué relacionamos este ejercicio con el tema de tomar conciencia? Porque son patrones, patrones que has repetido toda tu vida. Al hacer esto es en automático, no lo tienes que pensar.
Esta toma de conciencia acerca de los cambios -que es lo más importante- nos confirma que todos los cambios nos generan incomodidad. Ya lo hemos platicado, no es fácil hacer cambios, son cosas que tienes que hacer conscientes porque estás acostumbrado, como en este ejercicio, a hacerlo sin pensarlo. Son patrones de pensamiento, de conductas aprendidas practicadas por mucho tiempo que se van en automático. El tema de hoy en este ejercicio es analizar ¿qué tan fácil te resulto hacer el cambio? ¿qué tan cómoda te sentiste cambiando el dedo que quedaba arriba?
El ejercicio nos refleja mucho la forma en la que pensamos, la forma en la que actuamos. Te invito a que empieces a analizar qué patrones dentro de tu vida están evitando que consigas lo que quieres. ¿Qué hábitos, que conductas evitan que consigas las cosas que quieres alcanzar?
Este ejercicio da pie a que hagas una evaluación de qué es lo que está saliendo bien en tu vida hoy y por qué. ¿Por qué te están saliendo bien las cosas? Cuando te haces consciente y contestas al por qué crees que están saliendo bien, te das cuenta de lo que estás haciendo bien y es más fácil replicarlo. En cambio si nunca te haces esta pregunta y te vas en automático, no entiendes o no sabes qué es lo que tendrías que seguir haciendo para que sigan las cosas bien, para que sigan saliendo bien.
Entonces, ¿qué va bien en tu vida hoy? Y por qué? te invito a que te hagas estas preguntas.
¿Qué podrías hacer o qué podría ser lo que pasara para que fueran todavía mejor? ¿qué tipo de cosas, actividades, acciones faltan para que todavía subieras un poco más la escala, el nivel, la experiencia, los resultados para que fueran todavía mejor de lo que van hoy?
El lado opuesto ¿qué áreas de tu vida necesitan más trabajo? ¿qué áreas de tu vida sientes que no te están dando los resultados que tú quisieras? ¿qué pasaría si mantienes los mismos patrones, los mismos hábitos, las mismas conductas qué has tenido hasta el día de hoy? ¿qué pasaría si sigues igual? ¿cuál sería la peor consecuencia de seguir cómo estás hoy?
Que tan fácil es hacer cambios, que tan incómodo, que tanto lo tienes que razonar, que tanto lo tienes que pensar. En este ejercicio podemos notar como nuestro cuerpo hace las cosas en automático pero finalmente es un reflejo de cómo pensamos, finalmente esto refleja mucho de forma natural en nuestra forma de actuar. Este patrón de pensamiento que origina estas conductas es lo es “normal”, si entendemos que pensamos así en automático, que nos vamos en automático sobre decisiones, patrones, conductas, hábitos, es mucho más fácil no ser tan duras con nosotras mismas.
Contestes las preguntas y analicen cuáles son sus tipos de patrones y si estos patrones, hábitos, comportamientos les están permitiendo llegar a donde quieren. Vamos a hacer este ejercicio de toma de conciencia empezando con el ejercicio de los aplausos. Cuénteme cómo les va y qué descubrieron.
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