¿Cómo poner orden en tu cabeza?

¿Tú cabeza es un desastre? ¿Te sientes saturada, abrumada, sobrepasada, enredada y por más que haces no logras definir qué pasa, no logras terminar nada?

Nuestra cabeza, el cerebro, se encarga de todos los procesos que nos permiten interactuar con nuestro entorno. Cuando reina el caos las consecuencias pueden ser parálisis, no saber por dónde empezar, no saber que te pasa. Haces y haces y no ves resultados. Si estás pasando por un momento así, lo más importante es reconocer que necesitas hacer una pausa para identificar qué está pasando.

La principal señal del desorden son emociones negativas. Cuando sentimos emociones de malestar, frustración, pesadez, es hora de reconocer primero la emoción para identificar la necesidad no atendida que está generando que nos sintamos así.

Los principales responsables del desorden tienden a ser enfoques o creencias caducas, hábitos que son inservibles o que nos dañan y actitudes negativas.

Cuando queremos poner orden, lo primero que hay que saber es por dónde empezar, el no saberlo es muchas veces parte de la sensación de ansiedad. Para descubrir esto, necesitas bajar la velocidad. Bajar la velocidad de nuestros pensamientos nos permite tomar distancia para cambiar la perspectiva y ver las cosas con más claridad. Hacer esto va a ayudarte a definir las cosas que son prioritarias y lo que es secundario.

Cuando tienes claro por dónde empezar, las emociones de ansiedad y miedo que pudieras estar experimentando disminuyen hasta que son reemplazados por certeza, por acciones y positividad.

Una vez que hayas hecho lo anterior, sigue estos tres pasos para acabar de ordenar tus pensamientos:

1. Habla con alguien de lo que pasa por tu cabeza, dilo en voz alta o escríbelo. Este proceso pasa tus pensamientos desordenados por un filtro, pues para comunicarlos tienes que darles orden y estructura y sacarlos de la cabeza te permite tomar distancia y verlos desde otra perspectiva. Se hacen reales y más manejables.

2. Identifica las sensaciones asociadas con los pensamientos de forma individual. ¿Cuáles te hacen sentir más mal que otros? ¿Cómo te ayuda esto a priorizar? ¿Necesitas atender primero los que te generan más malestar?

3. Establece un criterio que te permita ordenar tus pensamientos priorizándolos de acuerdo con las necesidades que tienes que atender para poder bajar las emociones negativas asociadas y poder aumentar el razonamiento enfocándolo a resolver y ordenar.

Una vez que hayas hecho lo anterior, pon manos a la obra y ordena tu cabeza.

¿Qué crees que pase si ordenas tus pensamientos? ¿Cuáles crees que sean los resultados? ¿Cómo te vas a sentir?