¿Cómo monetizo mis habilidades?

La semana pasada, trabajamos con la pregunta ¿Quién eres? Si contestaste las preguntas y escribiste tu descripción, debes tener más claro esto. Si no viste el blog, te invito a leerlo para que puedas hacer los ejercicios de hoy con más claridad.

A través de la vida hay una voz que solo tú puedes escuchar, es tu verdadero yo. Si te das un tiempo para escucharte, podrás identificar tu verdadero trabajo en el mundo. Si la escuchas y la sigues entonces tu trabajo se convertirá en una de tus mayores dichas.

Un Trabajo; es solo algo que haces para pagar las cuentas.

Una carrera; está principalmente motivada por títulos, notoriedad o ascensos.

Un verdadero llamado; es hacer exactamente lo que más amas, tu pasión. Esto te dará principalmente satisfacción personal pero como resultado natural, serás apreciado y recompensado por ello, tanto ahora como al final de tu vida.

No esperes un momento mágico como de iluminación donde escuchas música celestial y una luz desciende sobre ti. Tu verdadero yo se esconde muchas veces en las cosas más sencillas que ya forman parte de tu vida. Lo puedes descubrir identificando tu mayor dicha o tu deseo más persistente.

El que identifiques quien eres no quiere decir que vas a tener que cambiar de carrera o mudarte de país, no te asustes. El hacerte consciente de quien eres realmente, te va a ayudar a tomar decisiones que te hagan sentirte más feliz con lo que haces con tan solo algunos ajustes. Va ampliar tus opciones porque te vas a dar cuenta de que hay más de una actividad que puedes hacer para sentirte en sincronía con tu esencia, no tienes que ser sólo una cosa, puedes elegir de entre muchas opciones.

Cómo hago de mi llamado una actividad:

1. Escribe tu propósito

¿Qué es lo que te da más dicha en tu vida o trabajo en general? Pon lo primero que se te venga a la cabeza, que sea tu deseo o interés más constante. Ejemplo: "expresión musical," "cuidar de los más desafortunados," "trabajar con niños," "viajar por el mundo," "enseñar”, “empoderar a otros," "conservar la naturaleza."

2. Haz una lista de varias formas en las que podrías aplicar tu propósito en una actividad.

Puedes dividirla en áreas en las que te interesaría trabajar. Por ejemplo: periodismo y conservación ambiental. Ahora circula tus top 2 o 3. Por ejemplo, si tu declaración de propósito es "preservar la naturaleza," y tus áreas de interés más altas son "escribir," "trabajar con animales en peligro" y "activismo ambiental," es probable que tu verdadero llamado y trabajo soñado este en uno de esos tres o en la combinación de todos.

3. Compara

Con lo que escribiste en el punto anterior, compara lo que estás haciendo hoy en día. ¿Hay alguna coincidencia? Si es así, ¿estás en el lugar indicado?, ¿qué podrías hacer diferente o a qué otra área te podrías mover en donde hicieras algo que te acercara más a tu propósito?

Haz una lista de opciones.

4. Decide

Con tu lista de opciones, decide si empiezas a buscar un trabajo en las áreas más afines a tu propósito. Elabora un plan de acción con fechas: arreglar curriculum, enviarlo, pedir citas, etc. O decide si te quedas donde estás y buscas actividades fuera de tu trabajo que te ayuden a aplicar tu propósito en una actividad.

5. Disfrútalo

Cualquiera que sea la decisión que hayas tomado, hazte consciente de que lo hiciste por ti y por las razones que para ti son importantes. Ahora ya sabes qué es lo que más te gustaría hacer. Si no cambias tu actividad, permite que esta te de el dinero, espacios, oportunidades fuera del horario laboral para hacer lo que está más alineado con tu esencia. Disfruta tanto de tu trabajo que te da los medios para hacer lo que quieres, como de las actividades extras que te satisfacen más. Agradece tener la oportunidad de hacer lo que sea que hayas elegido y de conocerte mejor.

Todos tenemos una contribución que hacer en el mundo. Entre más consciente seas de quién eres y tomes decisiones con eso en mente, tu contribución será una expresión honesta, apasionada, comprometida de tu verdadero ser. El mundo será mejor si lo haces.

Pregúntate ¿Y si? ¿Y si me permito conocer quién soy realmente y hacer lo que realmente soy?