¿Cómo esta tu autoestima?
Muchos de nosotros crecimos con la idea de que hay que hacer las cosas para recibir aprobación o una buena calificación o de perdida una palmada en el hombro que nos indique que estamos haciendo lo que los demás esperan de nosotros. Sentimos que cuando lo obtenemos, nuestra autoestima crece. Creemos que nuestra autoestima es determinada por los demás.
“Autoestima es la confianza en nuestra capacidad de pensar y enfrentarnos a los desafíos básicos de la vida.” –Nathaniel Branden
Saber que podemos ser felices, que podemos satisfacer nuestras necesidades, alcanzar nuestras metas y disfrutar de lo que hemos logrado, es autoestima.
Si tenemos una autoestima alta, actuaremos con más confianza tomando en cuenta nuestra probada capacidad para enfrentarnos a la vida y esta actitud seguirá alimentando una autoestima sana.
Autoestima sana: Busca desafíos, sale de la zona de confort, persigue metas adecuadas a nuestra realidad y que nos presenten retos.
Autoestima baja: no sale de la zona de confort, le asustan los retos, se apega a lo conocido.
Muchas veces tenemos una creencia/concepto erróneo de lo que es una autoestima alta. La relacionamos con personas muy arrogantes, impositivas o presumidas. Estas personas representan lo opuesto a una autoestima alta. No es que tengan mucha –no existe la autoestima en demasía-, es que les falta y necesitan estar comprobando que son mejores, superiores a los demás para tener la fantasía de la capacidad.
Las personas con una autoestima sana, no están tratando de mostrar lo que valen, ni su capacidad. Se saben capaces y la “competencia” nunca es con los demás, es consigo mismos.
¿Sabes cómo está tu autoestima?
Contesta las siguientes preguntas:
1. ¿Me siento capaz de enfrentar nuevos retos, aprender cosas nuevas y salir de mi zona de confort?
2. ¿Se cuáles son mis valores y actúo en congruencia sin permitirme traicionarlos por hacer lo que se espera de mí o dar la apariencia de éxito?
3. ¿Confío (la mayoría de las veces) en mi juicio, porque sé que si me equivoco, tengo la capacidad de aceptar y corregir mis errores?
4. ¿Confío en que puedo esperar resultados exitosos de los procesos que decido llevar a cabo?
5. ¿Me siento cómodo ante situaciones o tareas nuevas y veo las posibilidades de aprender cosas nuevas y crecer?
Si contestaste a alguna de las preguntas con un no, considera qué temas puedes seguir trabajando para hacer crecer tu autoestima.
Ahora que sabes lo que es una autoestima sana, ¿estarías dispuesto a seguir trabajando en la tuya?
Piensa en tres cosas que podrías implementar/cambiar para empezar a tener una mejor autoestima.
¿Qué crees que pueda pasar a medida que tu autoestima crezca?
En ti está la capacidad de lograr lo que te propongas. Si decides revisar tu pasado, hazlo solo para buscar elementos que por muy pequeños que te parezcan, confirmen que tienes lo necesario para enfrentar nuevos retos.
Establece qué es lo importante para ti (tus valores), has tu lista de herramientas (habilidades/cualidades/talentos), establece metas realistas y lánzate un paso a la vez por ellas.
Piensa cómo sería un mundo con más personas con una autoestima sana.
Como siempre, espero tus comentarios, nos vemos la próxima semana.
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