Como evitar experiencias desastrosas
¿Te ha pasado que sales de tu casa un fin de semana, sin un plan o una idea de lo que quieres hacer o a dónde quieres ir?
¿Cómo te fue? ¿Qué acabaste haciendo? ¿Qué tanto lo disfrutaste?
Cuando hacemos algo, podemos permitirnos ser creativos o dejarlo a la suerte, pero el resultado de la experiencia va a depender justo de lo que queramos experimentar. Hay cosas que hay que planear más
¿Cuál ha sido tu experiencia cuando no tienes un plan para algo y haces las cosas en el momento? ¿Cuáles han sido tus resultados? ¿Cómo te ha ido? ¿Has conseguido lo que querías? ¿Te costó trabajo, invertiste más esfuerzo, tiempo o dinero del que pensabas?
Muchas veces cuando tenemos que hacer algo, nos enfrentamos con algún reto o tenemos un proyecto, nos cuesta trabajo y nos da a veces hasta flojera pensar en un plan.
Nos cuesta trabajo detenernos un momento antes de comenzar, para diseñar una estrategia, observar y definir lo que necesitamos y entonces decidir lo que tenemos que hacer.
Identificar las acciones que tenemos que tomar, el camino que nos lleva más rápido, lo que nos falta y cómo hacerlo.
En resumen, nos cuesta trabajo pensar en un diseño, en el diseño.
Cuando hacemos las cosas sin planearlas, al aventón, porque nos urgen, tendemos a equivocarnos más.
Y que conste que aquí hemos hablado de que los errores son parte del éxito. Pero hay de errores a errores.
Si te equivocas o fallas en algo por estar probando con opciones a ver si funcionan, sin un objetivo claro o definido, sin tener claro lo que quieres lograr, solo por empezar a hacer, solo te vas a frustrar más porque este tipo de errores, no te enseñan las cosas que necesitas aprender para corregir y hacerlo mejor.
Este tipo de errores, están desconectados de un plan o meta. Los errores que resultan de hacer las cosas al aventón sin un objetivo y metas claras, nos hacen desperdiciar recursos como tiempo, nuestra atención y energía, y nos desgastan mucho, porque casi o aportan nada útil, el aprendizaje no se relaciona con lo que estamos haciendo.
Es como pensar que porque tengo que ir al súper, no importa si salgo de la casa sin dinero, sin una lista de lo que necesito y ni siquiera se a qué súper ir.
Voy a salir de mi casa, me voy a sentir perdida, frustrada, no voy a saber qué comprar y todos estos resultados solo me van a generar más confusión.
No me dan información de lo que estoy haciendo mal o de lo que tengo que corregir. Esto pasa por que ni siquiera tengo claro que quiero hacer, a que tengo que ir al súper, a qué súper necesito ir. Así que solo me voy a desesperar horrible, voy a regresar a mi casa frustrada, probablemente sin las cosas que necesitaba y voy a tener que volver a ir al súper.
Si en cambio, antes de hacer algo me siento a definir lo que quiero, lo que necesito y elaboro un plan previo donde diseño la estrategia con los pasos a seguir, va a ser más probable que tenga éxito en lo que me proponga.
Si antes de ir al súper reviso lo que necesito, hago una lista, defino a qué hora voy a ir, decido a qué súper voy de acuerdo con lo que necesito comprar y a la ruta que quiero tomar, me va a ser más fácil llevar a cabo esta acción.
Si hay algún contratiempo o error, voy a poder identificar más fácilmente qué fue lo que salió mal, porque se contra qué compararlo.
Así que por más difícil o engorroso que nos parezca pensar en un plan en un diseño, el no hacerlo nos puede generar más problemas.
¿Tienes un diseño definido para lo que quieres hacer con tu vida, para la versión de la persona en la que te quieres convertir? ¿Cuándo vas a empezar a diseñar tu plan? ¿Cuándo vas a empezar a rediseñar las cosas que no te gustan o no te funcionan en tu vida?
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