Aprende a transformar los “no” en “si”

¿Quiénes no hemos vivido el pedir algo y recibir un NO como respuesta?

Mi amor; puedes recoger tu cuarto, hacer la tarea, pasar por el súper, prestarme tu suéter….

Muchos de nosotros no fuimos educados para decir que no y por lo tanto mucho menos para recibir uno.

Si yo digo que si a todo, espero el mismo número de si, -al menos- de regreso. Pero las respuestas negativas están ahí para algo.

Cuando decimos que no, o escuchamos un no, sin importar que tan directamente se exprese la negativa, le estamos diciendo que si a algo más. A algo que es más importante que lo que nosotros queremos o que se nos está pidiendo.

Los casos más básicos se dan en los niños. Si les pides que hagan la tarea y ellos quieren jugar, no es que te digan que no a ti como mamá y a tu “autoridad”, le están diciendo que si a algo que para ellos es de mucha mayor importancia que la tarea.

Con la edad, aprendemos a tolerar y ceder más, socializar es un arte. Hay que tener muy en cuenta evitar perdernos en los si sólo por “educación” o por quedar bien olvidando las cosas que son realmente importantes para nosotros.

La próxima vez que escuches un no:

1. No te lo tomes personal. Respira hondo para evitar conectar con una emoción negativa y reaccionar en automático. ¿Cómo te sientes cuando escuchas el no? ¿Cuáles crees que son tus opciones? ¿Crees que tienes que aceptar la negativa renunciando a tus necesidades o tienes que reaccionar resistiéndote enfrascándote en una discusión?

2. Prueba ponerte en los zapatos del otro. Intenta identificar a qué le está diciendo si la otra persona, en vez de engancharte con el no. Cuando le pedimos cosas a otros, muchas veces lo escuchan como órdenes o demandas, sobretodo si no entienden cuál es nuestra necesidad debajo de lo que estamos pidiendo. Se vale preguntar por detalles para entender a qué le dice si la otra persona.

3. Negocia. Cuando encuentres a qué le dice si la otra persona, tendrás el poder de negociar. Conecta desde la empatía y el amor y demuestra que no quieres ir sobre los deseos o necesidades del otro con lo que tu estás pidiendo.

Cuando te conectas con el si del otro, aumentas la disposición a escucharte y entender qué es lo que quieres y las ganas de aportar con su acción o participación a tu bienestar.

Puedes transformar el NO en un SI que funcione bien para las dos partes y conseguir lo que necesitas.

¿De quién vienen los no que te son más difíciles de aceptar?

¿Cuál es tu verdadera necesidad debajo del si de los demás?

¿De qué formas te puedes decir que si a ti mismo en tu vida diaria?

¿Cuáles son tus opciones cuando recibes un no? ¿Qué puedes hacer diferente de lo que estabas acostumbrado a hacer?

Dile que SI a seguir creciendo! Nos vemos la próxima semana.