9 acciones para querer brincar de la cama a empezar el día
No te pasa que a veces amanece y no quieres pararte, ¿no sabes a qué? Te levantas, corres como loca, sientes que no te rinde el tiempo para nada. De tus interminables listas de pendientes si acaso tachaste uno y para cuando te vas a acostar, estas agotada, sientes que no hiciste nada productivo, te duermes de malas desmotivada y temiendo un día igual cuando despiertes.
A mi si, hasta que empecé a hacer estas cosas antes de irme a dormir:
1. Reviso mi lista de pendientes y tacho los que hice en el día.
Nota: en mi lista no hay más de 5 pendientes por día y sólo repongo para el siguiente día el mismo número de los que tache.
2. Anoto las cosas que celebro del día que acaba y lo que quiero celebrar del día siguiente.
Ej: Celebró haberme dado la oportunidad de quedarme en el café una hora más con esa amiga que no veía hace años.
Mañana me gustaría celebrar el no enojarme cuando alguien no me da el paso.
3. Pienso en las cosas que no conseguí hacer.
4. Reconozco los retos con los que me enfrenté y cómo salí adelante o cómo puedo enfrentarlos mañana, para hacer lo que me faltó hoy.
5. Identifico las oportunidades que se me presentaron y cuáles tomé o pienso tomar.
6. Acepto las cosas de las que me hice consciente.
7. Agradezco la oportunidad de haber disfrutado de un día más.
8. Reflexiono sobre la forma en la que le puedo sacar mayor provecho al día de mañana.
9. Visualizo cómo deseo que sea mañana.
Es muy importante que al hacer estas cosas no te exijas de más. Tenemos la idea errónea de que todos los días deben ser una súper producción, que si no hiciste algo digno de admiración como crear una fundación o hiciste los 30 pendientes en tu lista o no tuviste ningún contratiempo, el día no tuvo nada de especial, ni fue productivo.
El resultado es falta de reconocimiento, desmotivación, frustración, agotamiento, sentir que lo que haces no te lleva a ningún lado, que no avanzas. Que tus días no tienen sentido a pesar de que no pares en todo, entonces, ¿para qué lo haces?
Un gran día se compone de todas esas “pequeñas” cosas que vas haciendo, sorteando, logrando, obteniendo.
Una cosa menos de tu lista de pendientes de 5 cosas te acerca más a tus metas o a completarlas que 10 pendientes terminados a medias que no salen de la lista y se suman a otros 20.
El gozar de un día es poder reconocer que pasos diste, cómo resolviste lo que se te presentó, qué aprendiste, que agradeces y cómo se concretó tu visión de ese día.
El reto es fluir, seguir avanzando, sabiendo que cualquier cosa que se nos presente nos ayuda a crecer y nos acerca a conseguir lo que queremos. Recuerda que es más importante dar un paso pequeño que quedarte parada en el camino. Los pasos no tienen que ser perfectos, tienen que hacernos avanzar. El rumbo se corrige sobre la ruta.
Puedes tener un diario para esto, hacer notas de voz, o si lo prefieres solo pensarlo. Pero hazlo en consciencia, date un espacio antes de dormir para revisar el día que termina.
¿Qué crees que pueda pasar cuando en el recuento del día haya cosas positivas, avances, crecimiento, aprendizaje, retos de los que saliste victoriosa? ¿Cómo crees que te vas a despertar mañana? ¿Me cuentas cómo despertaste? ¿Cuál es tu estado de ánimo? ¿Cómo transcurrió ese día?
Nos vemos la próxima!
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