5 tips para mejorar tu vida

Todos queremos mejorar nuestra vida, queremos más momentos felices, salud, abundancia, buenas relaciones, un mejor trabajo, etc.

Nos avocamos a leer libros, buscar frases que nos inspiren, ir a cursos motivacionales, pero no pasa nada…

Tenemos muchas veces el qué, pero nos falta el cómo.

¿Cómo logramos los cambios para mejorar nuestras vidas?

1. Sal de tu zona de confort

Sabes ¿Qué quieres hacer de tu vida? ¿Qué necesitas cambiar para conseguir lo que quiero? ¿Qué temores te provoca el cambio? ¿A qué le dices que si y a qué le dices que no cuando se trata de tomar decisiones o hacer cambios?

Nos acostumbramos a vivir, aprender, actuar, reaccionar de cierta forma y nos da miedo cambiar cosas. Los seres humanos no somos perfectos, somos perfectibles. Siempre tenemos la oportunidad de crecer y mejorar, pero para hacer esto, hay que estar en constante movimiento. El cambio esta justo ahí afuera de nuestra zona de confort. ¿Te atreves a cambiar?

2. Mejora tu comunicación

-¿Qué tan bien crees que te comunicas?

¿Piensa cómo le pides a los demás que te ayuden? ¿Qué les dices?

Pensamos que por el hecho de hablar, nuestro mensaje está siendo recibido de forma clara y va a provocar que el que escucha haga lo que le pedimos, comprenda o empatice con nosotros, pero no es así.

Estamos acostumbradas a pedir, demandar, exigir, emitiendo juicios o críticas en lo que decimos y de lo que escuchamos.

Para cambiar esto tenemos que:

1. Observar: sin emitir juicios lo que pasa.

2. Sentimientos: identificar los sentimientos que surgen de lo que estamos observando.

3. Necesidad: establecer cuál es nuestra necesidad. Qué necesitamos que no estamos obteniendo que nos hace sentir como nos estamos sintiendo.

4. Petición: formular una petición basada en una necesidad específica con la que el que escucha pueda empatizar y así obtener una respuesta positiva.

Hazte consciente de cómo pides las cosas, desde dónde lo haces. ¿Desde tomar responsabilidad por lo que sientes y necesitas o desde querer que los demás se responsabilicen, te adivinen y te resuelvan.?

3. Mejora tus relaciones

La forma en la que nos relacionamos con nosotros mismos y con los demás esta influenciada por las relaciones que tuvimos con los adultos con los que crecimos, de ellos aprendimos a relacionarnos.

Las relaciones son nuestros espejos, siempre nos van a reflejar ya sea nuestras cualidades o nuestras creencias acerca de lo que es una relación. Entre más cercana e íntima sea una relación, más va a resaltar nuestros defectos, nos van a reflejar nuestras creencias y lo que nos gusta y no nos gusta de nosotros mismos.

Juegas a tener la razón o a ser feliz

Estamos acostumbrados a tener la razón, muchas veces no somos capaces de ver otras opciones o de cambiar nuestra perspectiva pues nuestra mente se enfoca en buscar la manera de darnos la razón sin importar si esto va a impedir que nos desarrollemos.

A esto se le denomina ego. ¿Desde dónde te relacionas? Desde el estado de control, rigidez y el querer tener siempre la razón?

4. Genera tu propia abundancia

La abundancia que manifestamos en nuestra vida es el resultado directo de nuestros pensamientos y sentimientos.

SI somos seres mentales, la vida es individual y somos nuestra propia causa, cada uno va a ser responsable de los medios o canales a través de los que manifiesta su abundancia.

Abundancia no se refiere sólo a la parte meramente económica, también toma en cuenta que tiene que ver con otros temas como la salud, experiencias positivas, relaciones, etc.

En lo que respecta al dinero, tu pensamiento de buen abastecimiento dará como resultado buenas finanzas, pero hay que tener muy claro que el dinero es el efecto, si lo pones como causa, cambias el orden y tu te pondrás como efecto, lo que genera que pierdas el control.

Es importante que tengas claro qué es lo que piensas del dinero, cuál es tu posición mental al respecto, porque esto puede estar generando tus malos resultados.

5. Cambia tus creencias

Si analizamos todo lo que hemos visto, todo se relaciona, lo importante aquí es que todo tiene un mismo origen. Nuestra zona de confort, la forma en la que nos comunicamos, nos relacionamos, generamos y vemos las cosas vienen de nuestras creencias.

“Las creencias son lo que determina lo que experimentamos. No hay causas externas.” –David Hawkins

Las creencias determinan lo que experimentas. Son como nuestro software, la programación gracias a la cual accionamos en nuestras vidas.

Tu forma de percibir el mundo viene de tus creencias. Son estas las que determinan el color a través del que ves el mundo.

Tus percepciones generan pensamientos de aprobación, juicios, críticas, etc.

Lo que piensas provoca sentimientos en ti. Si el pensamiento es positivo (para ti), va con lo que esperas, te sientes bien, feliz, si no, te sientes enojado, frustrado, etc.

Tus sentimientos te llevan a tomar decisiones. Difícilmente decides por razones lógicas, lo que buscas antes que nada es sentirte bien.

Tus decisiones dan como resultado lo que experimentas en tu vida.

Tus creencias crean tus percepciones.

Tus percepciones crean tus pensamientos.

Tus pensamientos crean tus sentimientos.

Tus sentimientos crean tus decisiones.

Tus decisiones crean tu vida.

Lo que experimentas en la vida es un resultado de todas tus decisiones.

Tu vida no es el resultado de lo que quieres, sino de lo que crees.

¿Quieres cambiar tu vida? Cambia tus creencias.

Y por favor, por favor, nunca olvides que la vida es progresiva. Date tiempo, se constante y consistente y atrévete a dar ese primer paso. Necesitas empezar a avanzar, la dirección se puede siempre ajustar sobre la marcha.